Alejandra, nombre de emperatriz. Una mujer de otro planeta. No tengo que decir mucho. Las imágenes ya dicen bastante. Su jesto, su mirada… ¿para que añadir palabras? Esta mujer arrolla, golpea la cámara y juega a la de cal y arena alternando la fuerza rotunda de una bailaora y la sensibilidad de una actriz. Admito que sentí el vértigo del fotógrafo mientras me sentaba frente a ella. El de no hacer justicia a la imagen de quien tenía delante. Pero esta chica es un solete y todo fueron facilidades, risas y conversación.
Olé tú y tu salero, chiquilla!!! Así da gusto trabajar.